Peter Schiff es uno de los principales críticos de las criptomonedas y su visión sobre estos activos habitualmente genera polémica. Como es de suponer, es uno de los mayores detractores de la creación de una reserva estratégica en esta moneda digital. Durante meses, afirmó que el nuevo gobierno no sería capaz de crear reservas en un activo carente de valor.
Ahora que el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para convertir a Bitcoin en reserva estratégica, Schiff hace nuevas aseveraciones. En una reciente publicación en su cuenta de X, el inversor asegura que el país no comprará Bitcoin para esas reservas.
Hasta ahora no existe mayor claridad sobre el funcionamiento futuro de los mecanismos de esta reserva estratégica del país norteamericano. Recientemente, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, aseguró que el gobierno encontrará alternativas para comprar BTC y engrosar las reservas. La misión principal de comprar criptomonedas es que estas no representen una carga para el presupuesto federal.
Esto último representa un serio desafío, dado que si los fondos no salen del presupuesto, entonces quedan pocas opciones a la mano. Para Schiff, EE. UU. no comprará Bitcoin en absoluto, dado que es imposible comprar esa moneda sin que esos fondos salgan de los contribuyentes.
¿EE. UU. comprará Bitcoin mediante venta de reservas de oro?
Las insinuaciones de que EE. UU. liquidará parte de sus reservas en oro para comprar Bitcoin podrían ser una respuesta. Sin embargo, llegar a ese punto no parece una alternativa muy adecuada para los mercados financieros.
El oro es el activo más valioso del mundo y representa una cobertura para la economía global. Una liquidación por parte de EE. UU. podría provocar una caída de su precio y crear desequilibrio en las finanzas mundiales.
En tiempo de incertidumbre, los capitales huyen hacia el oro. Sin embargo, si es el oro el que se desploma, los capitales acudirían a activos defensivos más débiles, lo cual generaría una sensación generalizada de incertidumbre. En cualquier caso, se trata de una idea riesgosa, sobre todo en un contexto en el que el metal marca constantes máximos históricos.
Bessent remarcó que encontrar las vías adecuadas para adquirir Bitcoin llevaría tiempo. De tal modo, el objetivo inmediato de la reserva es preservar las monedas que ya están bajo poder de las autoridades estadounidenses. Esto evita que futuros gobiernos continúen la política de ventas de BTC.
El propio presidente Trump remarcó que durante gobiernos pasados se liquidaron miles de bitcoins por un precio que representa una fracción minúscula del valor futuro. De esta manera, ahora existe poca claridad acerca de cómo el gobierno comprará Bitcoin para sus reservas. La mayor esperanza de los simpatizantes de las criptomonedas es que EE. UU. salga victorioso en la guerra de tarifas.