Tesla decidió vender aproximadamente el 75% de sus reservas de Bitcoin en 2022, durante uno de los puntos más bajos del ciclo de mercado. Esta decisión resultó en pérdidas significativas al liquidar gran parte de sus activos justo antes del posterior y sostenido repunte alcista de Bitcoin.
La gestión comercial y financiera de esta operación ha sido objeto de crítica entre analistas, ya que Tesla dejó pasar oportunidades de ganancias extraordinarias.
La decisión ejecutiva de Tesla bajo presión de liquidez
Según un informe de CNBC, Tesla vendió aproximadamente 936 millones de dólares en Bitcoin durante el segundo trimestre de 2022, cuando la criptomoneda cotizaba por debajo de los $20.000.
En ese periodo, la compañía enfrentaba preocupaciones de liquidez debido a interrupciones en la producción, especialmente en China, producto de las restricciones sanitarias. Esto motivó la venta de parte de sus activos digitales para preservar flujo de caja.
Durante ese tiempo, el CEO Elon Musk aclaró que la intención «no es repudiar a Bitcoin como apuesta financiera, sino simplemente liberar efectivo para mantener la estabilidad operativa de Tesla en medio de la incertidumbre global».
Una oportunidad perdida con Bitcoin: ¿cómo reaccionó la comunidad?
Tesla había adquirido cerca de 1.500 millones de dólares en BTC a principios de 2021, en un contexto de euforia alcista donde la criptomoneda alcanzaba nuevos máximos históricos.
Posteriormente, tras la venta masiva de sus reservas en 2022, Bitcoin inició un prolongado rally que lo llevó a superar los $120.000 en julio de 2025. De haber conservado su posición inicial, Tesla habría más que duplicado su inversión.
Actualmente, con BTC cotizando en torno a los $118.000, los 36.880 BTC que tenía en poder la empresa, equivaldrían a unos USD 4.351 millones.
Desde la comunidad cripto, Tesla fue objeto de críticas por la falta de visión estratégica. Algunos analistas llegaron a calificar la operación como un caso ejemplar de mala gestión institucional en activos digitales.
No obstante, también existen voces que respaldan la decisión, argumentando que la volatilidad del momento y el contexto macroeconómico justificaban una postura más conservadora para proteger la estabilidad financiera.
Perspectivas futuras
La salida parcial de Tesla del mercado cripto es recordada como una de las decisiones más costosas en términos de oportunidades perdidas. Más aún considerando que, poco después, gigantes financieros como BlackRock y Fidelity comenzaron a desarrollar productos institucionales vinculados a Bitcoin, incluyendo los ETF spot.
La venta del 75% de sus bitcoins en pleno mercado bajista marcó un punto de inflexión para la empresa, y sirve como lección sobre los riesgos de tomar decisiones financieras apuradas por la necesidad de liquidez en momentos de alta incertidumbre.
Aunque la prioridad fue salvaguardar las operaciones del negocio principal, Tesla dejó sobre la mesa potenciales ganancias multimillonarias que habrían fortalecido su balance.
Este episodio ilustra cómo las estrategias de inversión corporativa en activos digitales requieren visión a largo plazo y capacidad para resistir los vaivenes del mercado si se desea capturar todo su potencial.
