State Street Corporation ha marcado un hito en las finanzas institucionales al convertirse en el primer custodio externo en lanzar operaciones en la plataforma Digital Debt Service de JPMorgan, donde podrá custodiar valores de deuda tokenizados mediante tecnología blockchain.
La firma actuó como custodio en una emisión inaugural de $100 millones en papel comercial, emitido por OCBC (Oversea-Chinese Banking Corporation), marcando el inicio de una nueva etapa en los mercados de deuda digitales.
Custodia de deuda tokenizada: innovación para los mercados de renta fija
Gracias a esta integración, State Street ofrece a sus clientes la posibilidad de custodiar instrumentos de deuda emitidos, liquidados y gestionados con blockchain; todo dentro del marco regulatorio de una institución financiera tradicional.
La plataforma de JPMorgan, basada en su infraestructura Kinexys Digital Assets, permite emitir, liquidar y administrar valores tokenizados -incluyendo pagos y otros eventos corporativos- sin intervención manual, gracias a smart contracts y liquidación Delivery-versus-Payment (DvP), incluso con opción de T+0 (liquidación el mismo día).
Este nuevo esquema representa una innovación significativa: la custodia se realiza a través de wallets digitales on-chain alineadas con estándares de seguridad, cumplimiento y trazabilidad equivalentes al modelo tradicional de State Street, pero operando sobre la blockchain.
Implicaciones de State Street para la modernización del sistema financiero
La participación de State Street impulsa la adopción del tokenizado de activos reales (Real-World Assets, RWA) dentro de los mercados de deuda, acercando la blockchain a los flujos operativos existentes.
Su rol está destacando en diversos sectores clave:
Con este paso, el banco consolida su estrategia digital centrada en la integración de front, middle y back-office dentro de ecosistemas blockchain, sin alterar el modelo de servicio ya requerido por sus clientes institucionales.
Este suceso representa un avance clave en la convergencia entre las finanzas tradicionales y los mercados digitalizados. Ya que, al custodiar valores tokenizados sin sacrificar los controles regulatorios ni operativos, se da un paso firme hacia la institucionalización de activos digitales en renta fija.
El movimiento no solo moderniza la infraestructura de deuda, sino que establece un modelo replicable que podría transformar globalmente los mercados financieros.