El panorama de los pequeños inversores en Corea del Sur: 14 millones de "hormigas" se lanzan a las criptomonedas y el apalancamiento

Un brutal "Juego del Calamar".

Escrito por: Sangmi Cha, Haram Lim

Traducción: Luffy, Foresight News

Tony Kim, gerente en una empresa textil en Seúl, compra todas sus acciones en un solo valor cada vez que ve una oportunidad.

Tony Kim, de 34 años, nunca ha tenido más de una acción a la vez en su portafolio de inversiones de 140 millones de wones (aproximadamente 98,500 dólares). Este padre de dos hijos dice: “Los coreanos, incluyéndome, estamos obsesionados con esa sensación de dopamina, como si estuviera grabada en nuestros genes”.

Tony Kim

Para muchos inversores minoristas, este tipo de operación puede parecer imprudente o requerir una tolerancia al riesgo fuera de lo común. Pero entre los aproximadamente 14 millones de inversores minoristas en Corea, conocidos como el “enjambre de hormigas”, esto es solo un reflejo de su deseo extremo de obtener ganancias y su creciente apetito por el riesgo.

Este deseo ha impulsado el flujo de capital hacia cuentas de inversión a un ritmo casi récord. En los últimos cinco años, los inversores minoristas coreanos han duplicado el tamaño de los préstamos con margen al apalancar sus posiciones; han acudido en masa a fondos cotizados en bolsa (ETF) apalancados y a la inversa de alta especulación, representando el 40% de los activos totales de algunos ETF apalancados registrados en Estados Unidos. Al mismo tiempo, el volumen de operaciones de criptomonedas de alto riesgo también ha alcanzado niveles históricos.

El frenesí de las operaciones minoristas no solo está remodelando el mercado, sino que también los ha convertido en una fuerza política influyente. El poder y la ansiedad de estos inversores es tan fuerte que incluso obligó al gobierno coreano a revertir políticas por primera vez.

Actualmente, los mercados globales están en máximos históricos debido al auge de la infraestructura de inteligencia artificial, pero los inversores minoristas coreanos, que operan con alto apalancamiento, se encuentran en una posición extremadamente vulnerable. Si el sentimiento del mercado cambia repentinamente, las posiciones especulativas pueden colapsar en un instante y las pérdidas se amplificarán aún más.

Hace poco más de una semana ya se produjo un giro así. La escalada de la disputa arancelaria entre Estados Unidos y China provocó un colapso en las criptomonedas, y muchas altcoins se desplomaron a cero en un instante. Los inversores minoristas coreanos son conocidos por apostar fuerte en tokens de baja capitalización. Estos tokens son extremadamente volátiles y representan más del 80% del volumen total de operaciones en exchanges de criptomonedas coreanos; en contraste, en plataformas globales, bitcoin y ethereum suelen representar más del 50% del volumen de operaciones.

Para muchos inversores minoristas coreanos, todas las operaciones de alto riesgo apuntan a un solo objetivo: acumular suficiente riqueza en un mercado ferozmente competitivo para comprar una casa propia. Los coreanos usan la palabra “alquilar el alma” para describir esta lucha, un término que refleja con precisión la presión emocional y económica detrás del sueño de tener una vivienda.

Las políticas recientes del gobierno coreano han intensificado aún más el comportamiento arriesgado de los minoristas. El nuevo presidente, Lee Jae-myung, implementó límites en los préstamos hipotecarios y reformas en el mercado de alquiler que provocaron un aumento de los alquileres, haciendo que la compra de una vivienda sea aún más inalcanzable. La semana pasada, el gobierno introdujo varias medidas para enfriar el sobrecalentado mercado inmobiliario, incluyendo el endurecimiento de los límites de préstamos en el área metropolitana de Seúl y la reducción de la relación préstamo-valor de las propiedades hipotecadas.

“La generación de nuestros padres acumuló riqueza gracias a la bonanza inmobiliaria del milagro del río Han, pero nuestra generación no tiene esa suerte”, dice Kim Soo-jin, de 36 años. Ex consultora de negocios, tras dejar su empleo invirtió toda su indemnización en criptomonedas. “En mi círculo, unas 30 personas ya ‘se graduaron’, es decir, ganaron suficiente dinero y se retiraron de las inversiones de alto riesgo”. Ella agrega: “Yo también espero ‘graduarme’ algún día”.

El río Han en Seúl

Cuidado compradores

El impulso de los minoristas coreanos por perseguir las subidas es evidente en todos los mercados. Desde que Donald Trump ganó las elecciones estadounidenses el año pasado y comenzó su segundo mandato, el volumen de operaciones en exchanges de criptomonedas locales coreanos se disparó, llegando a alcanzar el 80% del volumen de transacciones del índice Kospi, el principal índice bursátil coreano; las stablecoins vinculadas a monedas fiduciarias también han atraído grandes sumas de dinero minorista.

Los inversores también han acudido en masa a ETF apalancados y a la inversa, productos que, mediante derivados, amplifican las ganancias (y las pérdidas) de 2 a 3 veces. Debido a las estrictas regulaciones nacionales sobre estos productos, como simulaciones obligatorias y altos márgenes, los minoristas se han volcado a los mercados extranjeros y ahora son participantes clave en el mercado global de ETF apalancados.

Comparación entre el volumen de operaciones en exchanges de criptomonedas coreanos y el volumen del índice Kospi

El comportamiento de alto riesgo de los minoristas coreanos no solo pone en peligro los ahorros familiares, sino que también ejerce presión sobre el sistema financiero y amenaza la estabilidad económica general. A medida que los inversores se vuelcan hacia activos de alto rendimiento y alto riesgo, las herramientas financieras tradicionales pierden atractivo y los bancos ven reducidas sus fuentes de financiación. En las seis semanas posteriores a julio de este año, los principales bancos coreanos perdieron casi 40 billones de wones (aproximadamente 28.1 mil millones de dólares) en depósitos.

“En Corea, invertir suele verse como apostar, no como una planificación a largo plazo, casi tan brutal como el ‘Juego del Calamar’”, afirma Choi Jae-won, profesor de economía en la Universidad Nacional de Seúl. “Cuando la burbuja estalla y las personas sufren un impacto negativo en su riqueza, el problema se agrava: surge una crisis de crédito personal, disminuye la capacidad de consumo y finalmente se ve afectada toda la economía nacional”.

Los reguladores también están preocupados. “Nos preocupa que, si el mercado colapsa, cause un impacto en los activos minoristas y en la economía en general”, dice Lee Yoon-soo, miembro permanente de la Comisión de Valores y Futuros de Corea.

Los psiquiatras señalan que la inversión de alto riesgo está causando un desgaste mental cada vez mayor en las personas. “Sin heredar riqueza, un departamento en Gangnam (zona rica de Seúl) es solo un sueño”, dice Park Jong-sik. Perdió unos 250,000 dólares en inversiones y ahora dirige una clínica especializada en tratar la adicción a la inversión. “En esta sociedad llena de ansiedad, aunque la gente sepa que hay riesgos, igual se siente atraída por las inversiones de alto riesgo. Es como si todo el sistema los empujara hacia adelante, atrapándolos en un ciclo de adicción a la inversión impulsada por la ansiedad”.

Park Jong-sik

“A cero en una noche”

Para algunos, las cicatrices de un colapso de inversión son difíciles de sanar. Han Jung-hoon, de 35 años, experimentó la euforia de ver su saldo en criptomonedas multiplicarse por 30 hasta alcanzar 6,600 millones de wones, pero el colapso de Luna en 2022 lo arruinó todo.

TerraUSD fue un proyecto de stablecoin lanzado por el coreano Do Kwon, que finalmente fracasó. En agosto de este año, Do Kwon se declaró culpable de fraude y el colapso del proyecto evaporó unos 40 mil millones de dólares en cuestión de días.

“Mis ganancias de 6,600 millones de wones desaparecieron en una noche, al final solo recuperé menos de 6 millones de wones”, dice Han Jung-hoon.

Este colapso cambió su vida por completo. Aunque no ha abandonado del todo las criptomonedas, se ha alejado de las inversiones de alto riesgo y ahora se enfoca en la meditación, incluso abrió un canal de YouTube para compartir sus técnicas de respiración favoritas. Actualmente vive en la remota isla de Jeju y viaja ocasionalmente a Bali para retiros de meditación.

Han Jung-hoon

Aun así, en YouTube y otras redes sociales abundan los casos de éxito de inversiones audaces. Parejas que invierten todos sus ahorros en bitcoin, estudiantes universitarios de 27 años que ganan decenas de miles de dólares al mes con trading de alta frecuencia... Estas historias son el anzuelo que atrae a inversores como Tony Kim.

Actualmente, Tony Kim tiene todo su capital en acciones de empresas como Nvidia y Tesla. “He ganado dinero con apalancamiento, esa sensación de obtener ganancias fácilmente es adictiva”. Recuerda cómo “pasó de 900 dólares a 13,000 dólares en una noche”, pero en solo tres días perdió todas las ganancias: “Uno sigue persiguiendo esa sensación de enriquecerse rápidamente”.